Consejos y trucos para emplatar y lograr una presentación bonita para tus platos

En Restaurante Europa Barbacoa siempre hemos hablado de la importancia de los emplatados y de que nuestras recetas tengan una presentación bien bonita y agradable a la vista.

Para nosotros, es algo fundamental y lo aplicamos día a día en las comidas de nuestro restaurante. Nuestros platos, a parte de ser deliciosos, tienen que estar correctamente presentados.

Pero también es verdad que todavía no le habíamos dedicado un espacio en nuestro blog a esta característica imprescindible en el mundo de la cocina. Así que hoy en el blog del Restaurante Europa Barbacoa vamos a explicar cómo conseguir una presentación bonita de los platos.

Para ello, te daremos algunos trucos y consejos para emplatar como un auténtico chef (o Masterchef, ahora que se ha puesto tanto de moda). Ya seas un experto en la cocina o estés empezando a dar tus primeros pasos, con estos consejos conseguirás impresionar a los invitados que vengan a tu casa. Porque ya verás que con sólo un poquito de destreza conseguirás que tus platos y recetas luzcan mucho mejor.

1. La importancia de un buen emplatado

Está claro que lo más importante de un plato es su sabor. Lo que buscamos cuando probamos algo es que la comida sea deliciosa. Pero, a la hora de comer, también entran en juego todos nuestros sentidos. Es decir, que una experiencia culinaria completa debe estimular el gusto, pero también la textura de la comida al probarla, la mezcla de olores de todos los ingredientes, el sonido de un rebozado bien crujiente y, por supuesto, la vista.

El aspecto del plato, la presentación, es la primera impresión que nos llevamos de una comida. Es por eso que el emplatado es una de las partes más importantes a la hora de presentar nuestras recetas. Así que ahora entenderás por qué para Restaurante Europa Barbacoa es tan importante y por qué también debe serlo para ti. Un buen emplatado te asegura buena parte del éxito en tus comidas.

2. Juega y crea con la presentación de tus platos

Servir la comida y emplatarla es como pintar un cuadro. Imagina el plato como un lienzo en blanco. Juega con la presentación de tus recetas, no tengas miedo. Poco a poco irás mejorando y conseguirás resultados mucho más espectaculares, pero para ello primero debes arriesgar. Juega con los colores de las comidas, las formas y las texturas. Haz de tus platos creaciones únicas.

Ten en cuenta también que, en el emplatado y la presentación de los platos todo entra en juego. Desde la vajilla hasta la cubertería y la mantelería. Si quieres ser un cocinero y un anfitrión de 10, deberás tener eso en cuenta y conseguir combinar armónicamente los distintos colores que se vayan a juntar en la mesa del comedor. Pon atención hasta el más mínimo de los detalles.

3. Emplatado 3D: Altura y dimensión

Como hemos dicho antes, emplatar es como pintar. Pero debemos tener en cuenta que tenemos que pintar un cuadro 3D. La comida nos permite jugar con la altura y la dimensión del emplatado. Debemos construir un emplatado con perspectiva y que juegue con la vista. No te conformes con una simple disposición plana y sin gracia y estimula la visión con platos presentados en 3D.

Es verdad que quizás todo esto te resulte complicado, pero no te asustes. En realidad es un juego. Con un molde redondo podemos crear los conocidos timbales, estructuras cilíndricas con altura, como nuestro conocido Timbal de Ensaladilla Rusa. También podemos jugar con, por ejemplo, unas deliciosas chuletas de cordero, colocándolas con los huesos bien limpios hacia arriba.

4. Minimalismo para emplatar

Como se dice muchas veces, menos es más. No queramos llenar nuestro plato de comida o de decoración. A veces, con unos sencillos toques de salsa lograremos mucho más impacto visual que si nos pasamos. Mejor si decoramos nuestros platos de manera sencilla pero original. Por ejemplo, podemos pintar nuestro plato con unas pinceladas de alguna salsa para acompañar, que le de color o con alguna fruta o verdura cortada con gracia.

Mirad la siguiente foto. Se trata de una ensalada de las que preparamos en nuestro restaurante. Algo tan simple como un plato de ensalada puede presentarse de manera muy original sin complicarnos mucho. Bastará con darle unos toques de color con alguna reducción de balsámico alrededor del plato, distribuir los ingredientes por colores y tamaños y, por ejemplo, cortar un pequeño rábano con una bonita forma de flor.